Antonio Arroyo Silva – 28

28

La madre, los hermanos, los objetos
que no tuvimos nunca, aquellos otros
que atesorábamos con celo. Tú
saciado en un grano de silencio,
ella con su mirada de paz
sobre los moretones. Los cuchillos
en la linde del odio, el celofán
con pocos caramelos. A mi hermana
le dieron macana por tener
novio. A mí, la insaciable desazón
de creer que lo próximo sería
inevitable. Todo el temor de perder
la lenta dejadez de una guagua,
total para llegar y encontrarse
la despensa vacía. Y la lluvia
llenando los espejos. Y mamá
acostada, y el dolor de vivir
en la vesícula biliar. Pero llega
el monstruo y las luciérnagas esconden
su luz en el bombillo.

Antonio Arroyo Silva
La memoria del roce, BGR, Finestrat, 2025

Un comentario

Replica a Tino Prieto Cancelar la respuesta