Josefa Molina – Una fiesta de Finaos de lo más normal

Una fiesta de Finaos de lo más normal

No tenía ninguna objeción porque sus hijos se disfrazaran una vez más de Lucifer en la noche de Finaos, por más que les insistiera en que eligieran algún disfraz más acorde con la tradición del lugar.

Les llevó a los Almacenes Cardona, en pleno centro de Triana. Si algo tenían aquellas galerías comerciales, las primeras en crearse en la ciudad de Las Palmas desde que los hermanos Rodríguez trasladaran el negocio familiar desde Teror hasta la capital en los años sesenta, era género de calidad y disfraces de todo tipo.

Sin embargo, volvieron a elegir el mismo tipo de disfraz de siempre. Aquella fijación por los malvados seres rojos de cuernos afilados y zarpas asesinas comenzaba a preocuparle. Con cinco, siete y hasta doce años, podía resultar incluso simpático pero con 16 y 17… No lo tenía tan claro, aún así no dijo nada.

Con demasiada frecuencia, las palabras que les decía a sus dos vástagos se las llevaba, como por arte de brujería, un viento seco con olor a azufre que se encargaba de no dejar rastro alguno de ellas.

Observó cómo salían disfrazados de la casa. Un poco grandes ya para estas tonterías, pensó, pero no iba a ser él quien les quitara la ilusión de participar en la fiesta. Mejor ahora que no cuando fueran más adultos. Ahora podían disfrutarlo pero ¿y después? Pues después, a ver crecer las garras y probablemente tener que emigrar hacia donde nadie les conociera, un lugar donde poder fundar sus propias familias.

Contempló cómo se alejaban en la oscuridad. El que levantaran el vuelo y comenzaran a flotar por el cielo mientras perseguían a los niños que recorrían la calle con su truco o trato para arrancarles la cabeza con sus zarpas de diablos adolescentes, tampoco le sorprendió.

Eran juegos infantiles de los Finaos, la fiesta de los muertos de todos los años. Nada más.

Josefa Molina

Blog personal: josefamolinaautora.com

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