Amnesia
Manos sucias en las aceras
Perros y gatos como compañía
En las urbes se pudren los destinos
de los invisibles
Y yo me pregunto:
¿Hay perdón para el pecador?
Las tiendas de ropa a mil euros
detestan el olor de la inmundicia
en sus puertas
Tranquilos,
no nos duele:
la amnesia es nuestra diosa suprema
Las bombas caen destrozando cuerpos
Sociedades enteras sucumben bajo el odio
La madre abraza al niño ahogado:
¡no hay sitio para ellos en la vieja Europa!
Pero, tranquilos,
no nos duele:
la amnesia es
nuestra diosa más venerada
Estallan trenes de fanatismo
Atentados rompen los estadios
Suenan disparos en los colegios metropolitanos
Los conciertos se tiñen de sangre
Pero, tranquilos,
no nos dolerá:
la amnesia será siempre
nuestra diosa más alumbrada.
Josefa Molina
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Me gusta este poema que dice mucho.
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