No somos agua

No somos ríos. 
No somos mares, 
lluvia, ni nieve...   

No somos líquidos.

Aunque el alma se transforme, 
los cuerpos quedan heridos.
Desgastados.
Envejecidos ... 

Más que AGUA, 
somos piedras.
Rocas.

Montes erguidos erosionados 
por vientos huracanados,
tornados
tormentas,
granizos, 
ciclones y cataratas... 

Y nunca somos los mismos. 

Puede que aguantemos años.
Que sobrevivamos siglos
muy pulidos, 
afilados. 
En arenisca
destruidos...

O tan sólo algún momento, lastimados, 
redimidos.

Fortalecidos
o rotos. 
Cincelados. 
Esculpidos...  

Picón negruzco, batido. 
Porosos, duros.
Cristales...

O puede que seamos filtros
de las aguas que rodean 
nuestro volcán encendido. 

Y nos succionan, 
penetran, 
en subterráneos pozos, 
-lagos yertos en olvidos-   

Espíritus vacilantes, navegantes, 
anegados de heroísmo.    

No somos agua 
en el agua. 

Ni eternos en la memoria. 

Somos
trocitos de Historia. 

Somos... 
Lo que hemos perdido.  


Nieves Merino