Lo llaman guerra, yo lo llamo maldad


Nunca pensé que me inundase la tristeza,
el llanto amargo de aquél que nada entiende,
el vacío de risas, de certezas, de alegría..
tan árido como los estantes del supermercado,
la carretera de vuelta hacia mi casa,
y las mentes, por no pensar lo que sucede.


Nunca pensé en que existiera tan vileza
en un corazón que se supone humano
cuando el dedo dispara la bala que apaga una vida
y un sin sentido engulle la cordura
ajena a las voces que en la penumbra gritan PAZ.


Nunca pensé en que el odio, —cruel pobreza,
empapado en avaricia y en deseos—
fuera capaz de hundir en la miseria tantas vidas
y sueños, sembrando el estiércol de su mente
mientras derrumba hogares y lo onírico se vuelve harapos.
 

Nunca pensé, ni creí, siquiera sospeché…
y ahora espero que la cordura llegue a ser la bandera
que ondee en los corazones.

 
Inma Flores