Margarita Otero Solloso – Evaporación

EVAPORACIÓN

Hoy ya se seca el río, que en tu cuenca naciera,
en tus altas montañas de sinuoso relieve,
que a mí llegó fluyendo, y de modo muy leve,
fue infiltrando mi valle e inundó mi rivera.

Era yo arroyo limpio, que por tierra corría,
manantial de agua clara transitando, pausada,
fielmente por mi senda, circulaba calmada,
por mi meseta triste, tranquila, discurría.

Y me anegó tu flujo, con su caudal ardiente,
y me arrastró con ímpetu a tu lecho fluvial,
por abruptas laderas, de vertical pendiente,
me atrajo tu corriente con su curso jovial.

Confluimos en tu cauce, me volví tu afluente,
desemboqué en tu loma y en tu enorme crecida,
me perdí entre tus aguas y denodadamente,
vagamos por un delta con extraña salida.

Se evaporó tu fuente, fue solo transitoria,
mi orilla erosionada ya puede ahora contar,
de un meandro abandonado y su afligida historia
de cómo un día fue arroyo que nunca llegó al mar.


Margarita Otero

17 comentarios

    • Es divertido mezclar emociones con la naturaleza. Ahí era arroyo y otras tormenta, o incluso volcán… aunque ahora solo nombrarlo se nos ericen los pelos y no de pasión. Un saludo. Gracias por leerme.

      Me gusta

Replica a María Teresa Suárez Montesdeoca Cancelar la respuesta