EN MI MEMORIA

Descubro tu tabernáculo
entre tus ramas abiertas.

Tú, sólo mía,
en este sueño sublime
rozamos la nada.

Yo, sólo tuya
soy, tu fruto prohibido
y deseas mi boca
mi mirada.

Tus poros se abren
mis manos se deslizan
en tu nube flotamos
en ese espacio húmedo
nuestros cuerpos se desbordan
y en la plenitud de tu boca
en la perfecta geometría
el paisaje de mi espalda recorres
escribes mi nombre con tus letras.

Mi lengua se desgrana en tu fuente
y mi oído descubre tus cantos
en la memoria de la piel.

Irma Ariola Medina