Reconocerlo
No quiero despertar.
Cambio mi sueño por aire para que me levante en alas.
Viento, arremolina mi lento coraje.
Arrástrame.
No más correr, no más pensar ni reír ni llorar; mátame las ilusiones
porque pase lo que pase
siempre reboto al principio.
Da igual lo que intente,
mi corazón circular, mi aliento circular, mi pensamiento circular,
me devuelven siempre exactamente al mismo punto.
El punto en el que me puedes imaginar, desde el que puedo existir para ti.
Desde el primer momento en que te vi.
Texto y foto: César Henríquez
