‘Restos de un rosario’ de Graciliana Montelongo
Una reseña de Rubén Mettini
Hace pocos días se presentó en la Biblioteca Insular de Las Palmas el libro de Graciliana Montelongo, Restos de un rosario (Autoedición. 5ª reimpresión 2025), que se anuncia en la portada como de Misterio y Terror. La selección de los trece relatos cumple con lo prometido en la portada. Hay miedo, misterio, suspense y terror en todos ellos. En algunos casos, los cuentos están fechados y situados en un lugar determinado, como si se tratara de historias verdaderas. Los espacios son geografías conocidas por la escritora.
Graciliana Montelongo demuestra una gran capacidad para construir atmósferas de suspense. Utiliza una adjetivación muy precisa que crea el escenario adecuado para adentrarse en las inquietantes historias. Las descripciones de espacios y seres resultan enormemente inmersivas para el lector; un lector que se sumerge en ambientes tétricos y tenebrosos y queda atrapado en esas atmósferas enrarecidas.
Me centraré en un breve resumen de algunos de los cuentos del libro.
Restos de un rosario, el primer relato, nos sorprende con la noticia de un periódico tinerfeño donde se anuncia «La muerte inesperada de un joven universitario conmociona a la ciudad de La Laguna». A partir de allí conoceremos la influencia fatídica de los elegidos para enhebrar las cuentas de un rosario, requisito indispensable no para salvar la vida, quizás para perderla. La amenaza está allí. ¿Quién podrá escapar?
El relato Una carta para recordar, nos cuenta hechos ocurridos en Los Llanos de Aridane, en la isla de La Palma, en 1939. La guerra ha terminado, pero siguen deteniendo, torturando y matando a disidentes del nuevo régimen. Una madre, cuarenta años después de los hechos, escribe una carta a su hija para que tenga conciencia de los hechos luctuosos que se mantuvieron en secreto durante un tiempo tan largo.
El relato que más me gustó fue Misterio en la Hacienda, una narración que tiene todos los elementos de las historias del romanticismo gótico del siglo XIX. La hacienda abandonada, la rosa y sus espinas, la bella aparición de la joven, el vals que bailan los enamorados… Todo envuelto en el perfume de la ensoñación, de la deliciosa irrealidad. Poco a poco nos adentramos en la macabra aventura. El lector no puede abandonar la lectura hasta el final. Hasta saber cómo será el desenlace de la siniestra peripecia.
Hay dos relatos que bucean en el género de la crueldad. Tanto Macabra visión como Los que se sustentan de Ojos provocan un marcado escalofrío al leerlos. No se pueden contar los argumentos sin destriparlos. Estos cuentos nos inquietan con personajes que implantan o cercenan ojos.
La escritura es magnífica y, al leer el libro, siento que la autora ha dado un salto cualitativo en su trayectoria literaria. El único inconveniente que experimento como lector es la extrema brevedad de la mayoría de los cuentos. En ellos, hay historias muy potentes, con tramas bien trabadas, y el todo se resuelve en dos o tres páginas. Como lector hubiera deseado que esas historias tuvieran mucha más extensión.
Graciliana Montelongo nació en La Laguna en 1962. Es escritora, pintora e ilustradora. La conocí en el primer Encuentro de Escritores Canarios Villa de La Orotava de 2014. Estos encuentros se repitieron durante varios años. En 2015 presenté su exposición de pintura Obra fragmentada en la Sala de Arte Paraninfo, de la Universidad de La Laguna. Un tiempo después, colgó la misma exposición en el Museo Municipal de Arucas y volví a presentarla allí.
Despertó mi entusiasmo lector este nuevo libro. No dudo que pronto nos entregará una nueva selección de cuentos de misterio y terror.
Rubén Mettini

