¿SOÑABA?
Me levanté tropezando con palabras y letras desperdigadas por toda la habitación. La palabra Ausencia me había empujado de la cama. Resbalé con el sustantivo Lágrima, y al caerme, la E de Estúpida se me insertó en el pelo a modo de peineta. La A de Alma se desangraba sobre el suelo y la palabra Batalla cayó de la mesilla partiéndose en dos … «¡Bah!, ¿qué talla usaré ya?» pensé al mirar los restos del «letricidio». El adjetivo Infiel giraba a mi alrededor: ¡Ese era el culpable! Me dormí leyendo un relato de Galdós. Tal vez conjugaba el verbo Soñar.
(Microrrelato finalista en el XII Certamen nacional de Bibliotecas públicas municipales 2020)
