LA PLAYA DE LAS CANTERAS: LA PUNTILLA
Bajo el sol canario, la puntilla se extiende
arena dorada, suave que trasciende.
La playa de las Canteras, un edén sin igual
con olas que besan, un canto celestial.
En la puntilla el alma vuela
la tierra encuentra su fin en el agua
todo se detiene, el tiempo es eterno
y la brisa trae historias.
Sus aguas cristalinas, un espejo fiel
reflejan el cielo, en un mágico pincel.
Peces de colores, danza singular
en este santuario, junto al mar.
En la barra de la playa de Las Canteras
las piedras cuentan leyendas
de aquellos que han caminado
descalzos sobre el suelo dorado.
La escultura de Juan el Cachalote
guardián imponente entre las tempestades
homenaje a los marineros
de barcos perdidos en el océano.
Desde el faro vigilan las luces lejanas
guía segura en la noche
camino de estrellas en el horizonte
que teje la historia con hilos de espuma.
Amores perdidos, encuentros fugaces
se encuentran en silencio.
La Puntilla, testigo de tantas pasiones
guarda en su noche legados y canciones.
En Las Canteras sueño, en Las Canteras pinto
un paraíso eterno, donde siempre escribo.
La puntilla invita, a un eterno verano
un tesoro canario, bello y soberano.
Y así, bajo el cielo que nunca se apaga
rincón sagrado
un abrazo eterno entre el cielo y el mar.
Irma Ariola Medina
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