Luz invicta
No hay sombra que eclipse su aliento,
ni furia que apague su voz.
La bondad no tiembla ante el miedo,
ni se doblega ante el rencor.
Cuando el mundo se viste de hierro,
y el odio reclama su piel,
una mano que ofrece consuelo
derriba la torre cruel.
No es débil quien elige el alma,
ni frágil quien sabe sanar.
Es fuego que nunca se quiebra,
es agua que sabe abrazar.
Que el frío se rinda al latido,
que el alma ilumine el dolor.
Porque el bien no necesita espadas,
y el amor es el único sol.
Katy Hernández
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