Rosa Palo
Tengo 58 años y estoy planchando una toalla color Rosa Palo.
Está actividad no tiene nada de trascendental ni de original… La humanidad no se beneficiará para nada de este hecho y si acaso mis brazos se fortalecerán una centésima de músculo.
Rosa Palo es un tono que conocí de adulta, cuando pasados los 40 años, mi marido y yo desechamos ese color para un sofá porque para estábamos enganchados con los colores ácidos y extravagantes y porque Rosa Palo nos parecía más apropiado para un traje de novia.
He de confesar que era mi primera vez que en mis manos se unían una plancha y una toalla… En mi país, tropicalmente húmedo y caluroso, habría sido un intento de homicidio planchar una toalla de cualquier color. Y menos del tono Rosa Palo.
¿Por qué estoy aprendiendo tan tarde estas actividades que para otras personas son tan normales? Porque desde que mi marido me dejó por «una peluquera 20 años menor«, he dejado de oír a Sabina, y he tenido que trabajar por mi cuenta, planchando toallas de color Rosa Palo.
Interesantísima narrativa que guarda ese rosa pálido de la vida de la protagonista, un micro relato que condensa una vida en sencillas palabras y recuerdos. Felicitaciones Amiga, espero seguir leyendo más cuentos de su autoría.
Me gustaMe gusta