‘Cerca de lo lejano’ de María Teresa de Vega
Una reseña de Isa Guerra
Hemos elegido para nuestra reseña literaria, el libro Cerca de lo lejano, un poemario publicado en el 2006 y en el que María Teresa de Vega nos sumerge en su paisaje interior, atemporal y cercano, de huertos que florecen lejanías.
… Se necesitan muchas vidas para marcarlo todo
con las sandalias del camino, para romper su silencio
en el diálogo al que aspiramos con la patria,
y tamborilear melodías.
Citamos textualmente estos versos del apartado III del poema Patria, que se abre con “El tiempo que me hizo necesitó los tiempos”.
El libro se estructura en cuatro apartados: Patria, Matria, Intermedio Ático y Huerto.
La presente edición es de enero de 2006 y está publicada por la editorial Benchomo, en Tenerife.
Patria, lo conforman a su vez, los siguientes poemas: Estirpe, con una cita de Paul Celan, Paleolítica, Examen de vivencia, con una cita introductoria de T.S. Eliot, Círculo de banderías y el poema Patria que le da el nombre al apartado.
Matria, está dedicado a la memoria de su madre.
Raíz del dolor, ¿en qué tierra estás plantada?
Es el verso que inicia la serie de seis poemas, en los que podemos apreciar:
Y por fin, sin hojas que distraigan, vemos
la rama desnuda del invierno;
vemos, sin pájaros, los brazos
que no ondean; y sin abejas
turbadoras, la secreta cera
de las celdas.
Para llegar al recinto alumbrado, a las bellas cosas, a la elocuencia del recuerdo…en este hermoso poema:
Pusiste en el mundo el resplandor de la ciudad,
las bellas cosas, el bello disponer cuanto pudiste,
Las gentes buenas como acordes con la lluvia dulce.
Pusiste el sol esperando en la plazuela de adoquines
tras el culto del domingo en la iglesia; la aventura
del encuentro por las calles con el rostro amigo,
amigos de la vida en los comercios que te ven pasar
y quizá tu entierro (sin pétalos la flor, aunque trencen corolas).
Un día, con presentimiento que acontece si
oscurece el cielo, irán, urgidos,
a la ventana de tus ojos únicos,
y comprenderán, más pobres, sus postigos cerrados.
Y yo,
El recinto alumbrado por tu ojo recorro,
perro dolorido tras tu rastro por calles
que la ausencia consagra. La elocuencia del recuerdo
Ilumina el altar y, en las vidrieras, transpareces.
Huerto, contiene nueve poemas, donde los iconos de lo perdurable, abren paso al nuevo paisaje.
La autora nos habla del “auriga del Tiempo”, de “eufóricos albañiles de cartabón maestro”
Porque
…..Seremos:
buscadores de encantamiento, marea alta, súbito ventarrón,
jardín magnífico que guarde juncos y boca de torrente,
para quedarse atrás, que eso es quedarse;
Porque
Creadores somos de árboles a partir de otros árboles
del Paraíso. Obligados a crear en territorios del exilio.
Y se pregunta en el poema 6
…De mi huerto contemplo el florecer..
…Aquí, ¿dónde nacerá la guerra?
Para concluir en el poema 9, hablándonos de “ese hilo del que todos pendemos,/ ajenos a la suerte futura, asustados / hileras, mallas, tejidos, /estirados hacia el resplandor.
Cerrando y cohesionando el círculo del poemario, y dejándonos una respuesta a la pregunta inicial:
¿Puedes decirme por qué soy lo que soy y estoy dónde estoy?
O bien
El nombre que me den cuando me encuentren,
hincado en este suelo, no explica el misterio
de mi azar. No me agarro a ese nombre….
Porque, así nos dirá:
…Soy ese intento por uncirlo a mi huerto,
Soy la aguja que cose lejanías.
Yo soy la lanzadera, la puntada ambiciosa
e imperfecta, y la Patria es ese trenzado.
Resolviéndonos la interrogación retórica planteada.
Isa Guerra
Santa María de Guía 10 de febrero de 2025
