SILENCIOS

En la casa
huelo los silencios de los ayeres
como los aromas
que llegan pasajeros
de los recuerdos.

En el desasosiego
siento cómo la sinergia
toma su curso,
aviva las raíces
que gritan en silencio
en paredes donde habito...,
y de mi cuerpo.

El tiempo me enseña
y en mi sosiego elijo:
que se quede la primavera,
que se queden los ruidos
que vienen de esos silencios,
que resolvieron los frutos,
que sanaron las heridas...,
 embellecieron las grietas. 

El tiempo me prepara;
en la casa
percibo más vida,
otros aires con ruido,
nuevas generaciones,
semillas que se enraízan a las viejas
en las entrañas de mi mundo
y germinan otros frutos
con esencias fugaces...,
como los anteriores.

Rosario Ibrahím