‘Antes de que llegue el olvido’, de Ana Rodríguez Fischer
Una reseña de Pepa Marrero
La novela comienza una tarde de otoño de 1941, cuando Anna Ajmátova llega a Chistopol, ciudad de Rusia. Una narrativa serena, parsimoniosa y al mismo tiempo interesante, cautivadora y densa, la novela se hizo el Premio de Novela Café Gijón 2023.
La autora ha imaginado a Anna Ajmátova, poeta rusa que fue propuesta al Premio Nobel de Literatura el año 1962 sin llegar a lograrlo, escribiendo una larga misiva que tiene por destinataria a otra destacada poeta y amiga suya. En la extensa carta, que conforma la novela, le cuenta todo lo que nunca se dijeron. La novela es en realidad el conjunto de todas las conversaciones que quedaron pendientes entre las dos amigas e ilustres poetas. Al mismo tiempo, nos va informando de todo lo que acontecía en esos años tan complicados por los que estaba pasando el país.
La destinataria de la carta es Marina Tsvietáieva, una de las escritoras más originales del siglo XX, que se suicidó al encontrarse en una situación de extrema pobreza mientras su marido y su hija estaban detenidos y nadie le dio trabajo ni asilo. Dejó enviadas cartas a la Unión de escritores y a algunos conocidos pidiendo que adoptasen a su hijo y vendiesen sus obras para los gastos.
Ana Rodríguez imagina los encuentros que no pudieron ser, creando una novela en la que nos acerca a estas dos escritoras rusas que para mí, tanto una como la otra, han sido dos interesantes descubrimientos sobre los que me apetece seguir indagando. Además, hace un recorrido por la historia de Rusia y va sembrando nombres como Blok, Mandelstam, Pasternak, Bulgákov, Maiakovski y algunos más que ya están en las dimensiones del mito, como dice la contraportada del libro y que también han despertado mi interés.
Confieso que tardé muchísimo tiempo en leer esta novela porque, al tener tanta información, no podía evitar consultar constantemente el google. Me llevó a muchos escritores y también a buscar poemas que son mencionados a lo largo de la novela y que fueron, la gran mayoría, prohibidos en su país y motivo de las trágicas vidas de sus autores.
Otro apunte que debo hacer es que me resultó complicado seguir el hilo de los personajes porque la autora los llama unas veces por el nombre, otras por el apellido y otras por el diminutivo y es que, ya de por sí, los nombres resultan un trabalenguas. A pesar de estas dos observaciones, es una lectura que recomiendo porque para mí ha sido una puerta que me ha llevado a muchos escritores desconocidos y, por supuesto, porque estas dos grandes mujeres tienen mucho que decir sobre sus vidas y sus obras.
