El patio de mi niñez
La magua andaba rondando
y cayó sobre mis vísceras,
estrujó el corazón y el recuerdo
ocupó la mente
desnuda de filtros engañosos.
El patio, otras veces amable,
llenó anoche todo intersticio de mi memoria
hasta que la sangre
estalló en mis arterias
y fue entonces de nuevo patio y dulzura
sol y hermanas
hibisco y glorieta
olor a madreselva…
pero fue entonces patio y ausencia
patio y carencia
patio y muerte.
Maruja Salgado