‘Inspirado por Ciclopea. La fotografía creativa de Osvaldo Cipriani’, por María del Pilar González López
Una reseña de Rubén Mettini
El 4 de julio pasado Torrejón de Ardoz rindió homenaje a Osvaldo Cipriani con una extensa exposición de su obra. El artista vivió muchos años en esa ciudad madrileña. A raíz de esta muestra, en el vernissage se presentó el maravilloso libro (Vive Libro, 2024) escrito por su compañera de vida: María del Pilar González López. En estos días, me sumerjo y disfruto de su lectura. El libro permite conocer aspectos de la vida de Cipriani, pero, además, la autora va mostrando, cronológicamente, las fotografías creadas por Cipriani y ofreciendo las claves para desentrañar los símbolos.
Osvaldo Cipriani comienza en los 70 haciendo fotografía analógica, interesado por el retrato y el cuerpo de la mujer. En la década de los 80, se dedica a experimentar en la fotografía química con reveladores, dibujando o rayando la imagen, sometiendo el negativo a dobles revelados… La autora del libro subraya que, con estas modificaciones, aquello que sería una simple toma fotográfica se transforma en una obra de arte.
Interesado siempre en el desnudo femenino, a finales de los 80, crea una serie con este tema. Hay un intento deliberado de feminismo en sus imágenes. El artista considera que el universo femenino es esencial en la evolución de la humanidad. El raro título de Ciclopea que lleva el libro nos sugiere que Cipriani irá creando una mitología propia. En este caso, igual que los Cíclopes, la mujer de estas imágenes tendrá un solo ojo como el ojo que nos mira desde el objetivo de la cámara. También, desde el inicio, surgirá Selene, la Luna que va apareciendo como un leiv motiv en muchas de las fotografías de ese período.
En los 90 consolida sus ideas con la invención de un Matriarcado, a la manera de ciertas culturas antiguas y creencias hispanoamericanas. Veremos fotos donde nace la Vía Láctea de los pechos de una mujer. Títulos como La gran Diosa Madre o Sacrificio y nacimiento de la semilla nos revelan su interés por inventar magníficas imágenes que confirmen este matriarcado. Otro elemento que aparecerá será la música, generalmente un violín que evoca a la familia del fotógrafo: padre y hermanos dedicados a la música.
En las exposiciones del 2000, totalmente sumergido en la fotografía digital, consolida su propia mitología con ciertas ninfas, algunos sátiros o la figura de Dionisos. Hacia el 2007 crea su gran obra: Mitos, leyendas e invenciones. Periplo, donde se explaya en fotografías de complicada realización, absolutas obras de arte, donde no solo nos habla de la antigüedad clásica, sino que enseña que la mitología nos sirve para reflejar y criticar comportamientos actuales.
En los últimos años, se ha sentido atraído por las imágenes generadas por la Inteligencia Artificial. Nunca se conformará con los resultados que le ofrece la IA, lentamente, irá modificando las representaciones fotográficas logradas con este método hasta conseguir su pretendido propósito.
El libro contiene en sus 330 páginas un valioso compendio de la obra de Cipriani y, además, un recorrido por la vida errante del fotógrafo que nació en Bahía Blanca (Argentina), en 1942, donde vivió su infancia y juventud, luego, durante su vida laboral, residió en Torrejón de Ardoz (Madrid) y, desde hace 10 años vive en Gran Canaria. María del Pilar González López ha hecho un ingente trabajo de recopilación e interpretación de la obra del fotógrafo y el resultado es excelente. Si pueden consigan un ejemplar de Inspirado por Ciclopea. Les aseguro que pasarán muchas horas sumergidos en las imágenes y en los fragmentos explicativos que proporcionan las claves para entender el bagaje cultural de Osvaldo Cipriani.
palabrayverso 