CUANDO hablan los cuerpos
las palabras no importan
y mientras la lluvia ácida
extiende sus dominios
y la noche cae
al borde del silencio,
ellos se vuelven tierra
fuego agua y luz,
y encienden de nuevo
la vida de las cosas.
Isa Guerra
CUANDO hablan los cuerpos
las palabras no importan
y mientras la lluvia ácida
extiende sus dominios
y la noche cae
al borde del silencio,
ellos se vuelven tierra
fuego agua y luz,
y encienden de nuevo
la vida de las cosas.
Isa Guerra