EL LAGO DE LAS PENAS
¡Oh, lodazal!
¡Oh, cenagal!
¡Oh, laguna estigia!
Repleta de lágrimas vivas
refléjanse en tus aguas
las esencias de mis negras penas
En las oscuras cumbres
oscuros nubarrones descargan
con furiosa rabia ladina
inmensas cortinas de lágrimas:
alegrías rotas, ilusiones ingenuas,
amores imaginados baldíos,
sueños juveniles malogrados,
cenizas frías de inciertos fulgores,
serpentean así las lágrimas
los escarpados barrancos
Formando retorcidos meandros
van por las laderas,
así llegan a la meseta
transportan cenizas y arenas
de vivencias pasadas,
mortecinos momentos
que ningún espejo ya refleja
¡Oh, cenagal!
¡Oh, lodazal!
Laguna estigia de mis penas
Yace hinchado en su fondo
el psicopompo remero,
ahogado en perpetuo recuerdo
trata de olvidar su nombre:
¡Kharon!
¿Eras tú o fueron ellos?
Amantes sin amadores…
labradores de la laguna Estigia
Roberto Iglesias
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