Curiosas ataduras (Cuentario) de Elena Villamandos
Una reseña de Josefa Molina
Este ‘cuentario de soledades’ reúne un conjunto de once relatos revisados y corregidos por su autora, Elena Villamandos (Tenerife, 1971) cuando han pasado veinte años de su publicación original. Nueve de ellos son originales del libro que ganó el premio Ciudad de Santa Cruz de Tenerife en su edición de 1999 bajo el título de la obra que reseñamos: «Curiosas ataduras«, y publicado en el año 2000 dentro de la Colección Narrativa, a los que hay que sumar otros dos relatos que han sido añadidos en este volumen: Con acento en la e, incluido en la Audioteca de Literatura Canaria Actual 2022 y Trazos interrumpidos, que ganó el premio de cuentos de CajaCanarias en 1996.
Además, esta nueva edición de «Curiosas ataduras» (Ediciones Aguere-Idea, 2024) cuenta con un extra muy destacado: la reseña realizada por el escritor tinerfeño, Isaac de Vega, Premio Canarias de Literatura 1988, a raíz de la publicación del mismo, una reseña en la que expresa que el libro que hoy llevamos a esta sección de recomendaciones literarias es una obra que borda “la soledad del espíritu humano y sus formas de romperla cuando sea posible”.
Nos encontramos en esta nueva publicación con un conjunto de relatos que han sido tratados con sumo cuidado, donde cada palabra está situada exactamente donde debe de estar, de forma metódica y certera, dando muestra de una escritura inteligente y de profundidad en no falta la expresión de temas controvertidos como la violencia machista, el abordaje de la soledad en todas sus manifestaciones o la reflexión sobre los problemas de salud mental que genera el abuso de las drogas.
Especial relevancia adquiere dentro del presente volumen la denuncia del sistema capitalista en el relato que precisamente da título a la obra, ‘Curiosas ataduras’. En él, el personaje protagonista reclama el derecho a no ser sometido al control químico tras ser condenado por violencia machista, protagonizando un alegato en defensa de la individualidad frente al férreo control administrativo del sistema. Muy de destacar me parece la reflexión del protagonista cuando se plantea qué pasaría si nos saltáramos las normas sociales.
El poder de la transmutación vital es otro en los que se adentra Villamandos en cuentos como en ‘El otoño’, en la que la autora introduce la transformación kafkiana del protagonista en un árbol que crece en mitad del salón de una casa, mientras que otros nos llevan directamente de la mano hacia el género fantástico, como en ‘Trazos interrumpidos’, donde un profesor pierde a sus cuatro hijos escondidos entre los trazos de un cuadro pintado por él mismo, o nos introducen con inusitada cavilación sobre las relaciones entre madre-hija, como en ‘Azul’ o en la búsqueda de la autoafirmación, como en ‘De puertas adentro’.
Sin duda, estamos ante una obra reflexiva e inteligente en la que les animo a adentrarse con atención. Una obra que destila la madurez literaria de Villamandos a través del latido que recorre casi todos los cuentos: el latido de unos personajes que se resisten a ser borrados, que anhelan permanecer, sin éxito.
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