FOTO-RELATO Piel

Piel

Amanece. Los rayos del sol se cuelan tras las blancas cortinas y comienza el rumor en las calles. Puertas que se abren y se cierran, zapatos que recorren presurosos las aceras, olores de fragancias que se entremezclan…

Amanece y, poco a poco, estiro mis brazos y mis piernas. Me giro. La observo y rozo su piel. Duerme aún. A mi lado, como tantas noches. Recuerdo: los primeros encuentros, los juegos… Ahora las risas han dado paso al silencio, la pasión a la ternura y los sueños se han ido desvaneciendo.

Amanece y espero. Espero que sus oscuros ojos se abran y me miren, que sus palabras sean melodía en mis oídos. Rozo su piel quebrada por el paso del tiempo. Su rostro es más bello y los pequeños surcos que observo me recuerdan momentos de felicidad, de experiencias que han marcado nuestro sendero. Amanece y la beso. Sé que duerme. Su sueño es eterno.

Carmen Quesada

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