TE RECOMENDAMOS…El principito ha vuelto, de María Jesús Alvarado

El principito ha vuelto de María Jesús Alvarado

Una reseña de Rubén Mettini

María Jesús Alvarado ha editado un precioso libro, editado por Itineraria Editorial (2024), donde nos cuenta un viaje realizado en el 2005 al Sáhara, con el objetivo de rodar una película sobre el pueblo saharaui y el Fuerte de Villa Cisneros. Cuando el trabajo estaba casi terminado, decidió trasladarse con la fotógrafa Teresa Correa, quien la había acompañado en ese proyecto, para ver unas cuevas donde se conservan unas pinturas rupestres que testimonian la vida de hace miles de años.

Aquí comenzó la aventura inesperada, una aventura que enfrentaría a la autora y a la fotógrafa Teresa Correa a la inmensa llanura en medio del desierto. Después de muchos kilómetros recorridos con el coche, se vieron perdidas, sin saber dónde se hallaban, con el temor de que esa dilatada extensión las dejara definitivamente extraviadas. Cito un fragmento de su reflexión:

La inmensidad te hace sentir tan pequeño como inmenso. Todo lo que eres, mucho o poco, queda al descubierto y una fuerza sobrenatural te invita a ser puro, limpio y transparente, como el cielo que todo lo cubre y que allí parece tan fácil tocar.

En un lugar impensable para el ser humano, por azar, hallaron a un hombre que cavaba en la arena con una pala buscando carbón. El hombre, con adusta gentileza, les indicó que se habían perdido. Habían abandonado la frontera argelina y se hallaban en Mauritania. Él les dio las indicaciones para llegar al campamento.

En ese encuentro se produce la revelación. Parecía producto de la magia, de esas situaciones que nos esperan para cambiar el sentido de nuestras vidas. El hombre estaba solo, no pensaba irse de allí y no se sabía cómo había llegado a un lugar en medio de la nada. Por la fotografía de Teresa Correa, sabemos que ese hombre es real. Se halla junto a un árbol, con su gesto algo hosco y, detrás, se levanta una montaña de piedra. Allí Alvarado tuvo la superposición del hombre maduro con el Principito que nos narró Antoine de Saint-Exupéry en 1943.

Hay otra coincidencia con el viaje de Alvarado y Correa. Me alejo un momento del libro para citar el accidente que tuvo Saint-Exupéry y su copiloto, en 1935, cuando sobrevolaban Libia. Después de 20 horas de viaje se vieron obligados a aterrizar en el desierto del Sáhara. Y cito un fragmento de la biografía del autor francés:

Ambos sobrevivieron al aterrizaje, pero sufrieron los estragos de la rápida deshidratación en el Sáhara, no tenían idea de su ubicación y, según sus memorias, lo único que tenían para alimentarse eran uvas, dos naranjas y una pequeña ración de vino. Experimentaron alucinaciones visuales y auditivas. Al tercer día estaban tan deshidratados que dejaron de transpirar y finalmente, al cuarto día, un beduino en camello los descubrió y les salvó la vida.

En este punto del relato, pareciera que la auto-ficción de Alvarado mezcla los hechos reales con el Principito del aviador. Ellas dos deciden pasar la noche allí. La autora se queda despierta y mantiene una rica charla con el hombre del desierto, bajo el cielo cuajado de estrellas. Cito un fragmento del libro que revela la sabiduría del hombre solitario:

Lo único importante es tener un hogar, un lugar en el que nos sintamos totalmente seguros. Puede ser una casa, pero también un paisaje o, sobre todo, una persona. El hogar más seguro es el corazón de las personas que nos aman.

Al despedirse, al día siguiente, mientras se alejan del ser solitario, Alvarado tiene la convicción de que es el Principito del cuento que, pasados los años, se ha transformado en un hombre feliz en su entorno desértico.

Las bellas fotografías de Teresa Correa van pautando la historia, con imágenes de los dibujos rupestres, el cielo estrellado, los espacios deshabitados del desierto y de ese hombre, hallado por casualidad y que las ayudó a encontrar su camino, como el beduino que salvó a Saint-Exupéry y a su copiloto.

María Jesús Alvarado (Gran Canarias, 1960) pasó los primeros 15 años de su vida viviendo entre el Sáhara y las Islas Canarias. Además de haber escrito poesía y narrativa se dedica al cine documental. Dejó aquí el enlace de Youtube donde cuenta la vida entre los saharauis en el Fuerte de Villa Cisneros.

Teresa Correa (Gran Canaria, 1961) ha demostrado interés por la arqueología, la antropología y los estudios culturales en su labor como fotógrafa y artista visual En 2020 recibió el Can de Plata de Las Artes.

La presentación se llevó a cabo el 23 de febrero en una sala del Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología. La asistencia fue masiva, había unas 80 personas siguiendo el evento. También lo cubrió el Telenoticias de Televisión Canaria.

Recomiendo dejar correr los ojos sobre este pequeño libro que encierra una experiencia vital y, además, una gran sabiduría.

Añado un pequeño apartado dedicado a Itineraria Editorial. La edición de El principito ha vuelto es muy cuidada, con bellas fotografías. La joven editorial ha publicado a Agustín Espinosa, Virginia Woolf y Pablo Neruda, entre otros autores.

Rubén Mettini

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