Sara Brito – Encuentro

ENCUENTRO 

Cinthia acaba de terminar de doblar la última toalla, mira su móvil y considera que es hora de salir a la puerta a fumarse un cigarro. Se coloca sus anillos, se acomoda bien el pecho en su escote, saca su espejo y se repasa los labios. Mira con cara de aburrimiento su móvil mientras fuma y, de vez en cuando, alza la mirada. 

CINTHIA: ¡Raúl! –grita– Chachooo ven pa´acá. Chos, ¡cuánto tiempo..!

RAÚL: Hola – responde tímidamente desde la otra acera. -¿Cómo estás? 

CINTHIA: Pues mira, aquí…me conseguí este currito en la lavandería, no pagan mucho pero estoy cerca de casa y saco pa mis gastos. ¿Quieres un cigarro? ¿O ya no fumas?

RAÚL: No, hace tiempo que lo dejé. Por lo menos dos años, gracias. Ahora estoy trabajando por aquí cerca, en Franchy Roca. En un banco. Es aburrido, pero tengo para vivir más o menos como siempre he querido.

CINTHIA: ¿Cómo siempre has querido? –se ríe, con mirada cómplice. Cuando te metiste en aquel cuchitril con Nadia, se te veía bien.

RAÚL: Bueno,…sabes que uno va madurando. No podemos estar toda la vida igual, ¿no? Seguro que tú también tienes ahora pensamientos diferentes, ¿no?

Cinthia le sonríe y encoge los hombros

RAÚL: -Además, uno siempre aspira a más…es lo normal

CINTHIA:  -ya, depende de lo que para cada uno sea lo importante. Pa mí, lo importante es estar cerca de casa para poder ayudar a mi madre (ya casi no tiene movilidad), he tenido una vida un poco chunga. Hay otras personas a las que todo les sale mejor, o se arriman a árboles que les cobijan….(lo dice con cierta ironía) 

RAÚL: -Yo todo lo que he conseguido ha sido gracias a mi esfuerzo. También he tenido dificultades y mira dónde estoy. Creo que cada cual se labra su camino. No hay que echarle la culpa a los demás o a las oportunidades.

CINTHIA: -Cuando tienes una madre bipolar y hermanos pequeños a los que cuidar no es tan fácil. No tienes ni idea de lo que estás hablando. Además, todos sabemos por qué dejaste a Nadia. 

RAÚL:- No sé, dímelo tú –le responde con recelo– parece que sabes más de mi vida que yo…

CINTHIA: -pues porque viste la oportunidad de ligarte a la hija del concejal y tal vez pensaste que era mejor partido que Nadia.  

RAÚL: ¿Cómo te atreves? ¿eso es lo que ha ido contando? Ella siempre ha sido incapaz de verse delante de un espejo, le da pánico. No tienes ni idea de lo que fue mi relación con ella, me amargó la vida, quería que yo hiciera todo lo que se le antojaba, me asfixiaba… y hasta quiso meterme en una casa abandonada del norte, a vivir con unos hippies. Me costó mucho salir de ahí, he sufrido mucho y no nadie sabe lo que ha dolido todo esto. 

CINTHIA: -Sí, claro… como tú eres un hombre respetable, ahora quieres insinuar que mi hermana tiene una secta. No tienes vergüenza. Ella es una buena persona y tú un cabrón…Menos mal que se libró de ti. 

RAÚL: -¿Sabes qué te digo?…que ojalá no hubiera cruzado la calle y me hubiera hecho el loco, como pensé hacer desde que te vi en la puerta.

Sara Brito

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