Maruja Salgado- Guaires, 15

Guaires, 15

Un día te fuiste. Allí habías pasado la infancia, escarbando la tierra entre mis callaos y jugando a la caldereta en la acera. Ya jovencita, al llegar del instituto, te veía arrobada con la caída del sol que llenaba el cielo de colores allá en mi final. La virgen está planchando, se decía en tu casa. Luego, la vida fue poco a poco perdiendo bullicio, despoblándose de la chiquillería que me habitaba y hasta de la humanidad variopinta que me transitaba. Cuando tú estabas fui un alegre hervidero, hoy me he convertido en una más de esas calles aburridas y venidas a menos. Me alegro de que hayas disfrutado de mis días felices.

Maruja Salgado

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