Estupor ante el espejo
El poeta
en el ocaso de sus días,
tiene una deuda primaria,
o tal vez un cuenco en el alma,
o quizá un niño que sostiene en su recuerdo.
Desvaneció su tiempo
entre relojes atrasados
y vastas contiendas de guerras perdidas
contra la espada afilada
de la miseria.
Lastimó sus horas el poeta
buscando el átomo
lacrimógeno del oro,
y sus manos de cenizas se agitaron
en el pozo profundo de los días.
Ahora lame el tiempo,
se bebe
las gélidas aguas de viejas decisiones,
abrigado entre sus versos.
Román del Pino González - 2022
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