FOTO-RELATO Vestida de melancolía

Vestida de melancolía

Vestida de melancolía desnudo el alma
cargada de tristezas y sufrimientos.
No dejes ni tu sombra. 
¡Huye!
Que tus pasos no se acerquen 
 a una mujer sin sueños, sin aliento.

Vestida de melancolía vago las horas
apagando mi existencia
como ésta luna llena, fría 
que alumbrando las noches
enamora con su halo.
Misteriosa...
Pero la luz que amana
no es suya. Es engañosa.

Vestida de melancolía no tengo aroma.
No te acerques. 
No soy buena compañía.
Ni el dolor que evapora mi piel
tiene atisbo de esperanza.

Vestida de melancolía el amor no alcanza
a una mujer vestida como yo
viviendo de añoranzas.
Ilusiones rotas. 
Desconcierto.
Lágrimas.

Vestida de melancolía estoy muerta.
      No me llames.
             No preguntes.
                    No me hables.
                           No me mires.
                No me esperes.

Vestida de melancolía no es bueno estar conmigo.
No vengas si te has ido.
Deja que mi llanto ácimo
continúe dejando infecundo
éste mundo acribillado de egoísmo.

Es mi duelo.
Es mi turno.
Vestida de melancolía déjame decir adiós.

Nieves María Merino Guerra

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