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Cítara y cimitarra ante rastro  perpetuo del nombre, 
cuya voluntad y deseo comprende la
vastedad de un destino tan alejado de la comprensión.
«El hecho de ser tres veces grande», no será suficiente…
Deberás unir tus huellas con el arrastre que dejan los 
molinos tras el moler del grano,[creen quedar
inmóviles pero yo sé que se desplazan]
Ya sabes:
—la inmensa totalidad de la creación sobre 
el erial—, menguará escurrida de la hoja del árbol 
prohibido hacia nuestras bocas.
Y hemos de comer del fruto de la total certeza
de la existencia, con los ojos cerrados, con 
la entera consecuencia del mal que invocas.
Perdido en una edad sin límite, es regocijo
de la memoria hacerte revivir mil veces todo
aquello que te negaste a vivir.
Hemos de ser arrieros, que tras uncir los bueyes
vamos por la vida como enajenados al tratar
de hacer coincidir la plañida sombra oceánica 
con la vigilia de un niño, que juega distraído en la
entreluz de esta ensoñación.





EL LENGUAJE DEL  POETA

Como si yo conociera esa lengua…


Es persona y personal el culmen
del lenguaje que reclama mi ser.
Personificadas vanas palabras, 
tienen atributos humanos porque
yo se los otorgué, aunque hoy 
he de confesar; que no estoy 
muy seguro de ello.
No estoy seguro por las voces roncas
de sus gargantas cuando me hablan, 
no estoy seguro por sus grandes
huellas cuando fingen no 
seguirme: no recuerdo haberles
concedido tal o cuales voces, ni pies, 
ni alcance, ni esas capacidades tan suyas 
de obligarme a idolatrar lo trascendente.




ES LA NOCHE DEL LOCO


Hay algo en mí 
que es tuyo.
Hay algo de ti 
que no es de nadie…




Me llamaron Jonay Cabrera González, 
nací el 01-03-1983, a las 07.00 am
y soy el séptimo hijo de mis padres.
(por si me leyese algún numerólogo o numeróloga)