
Gato Inmóvil, sobre la cama, sigue mis movimientos. Solo su mirada se mueve a derecha e izquierda. Escrudiña mis actos. Geografía volcánica con un lago encantado es el pelaje negro con la mancha blanca. Quizás un tapiz tejido en noche oscura, donde se extravió una nube clara. La rendija oscura en sus ojos rasgados me acecha desde los siglos. Una deidad egipcia que penetra lo incógnito, leyendo las respuestas que yo no me sé dar. Rubén Mettini