Metamorfosis del mar

En las profundidades, criaturas luminosas y bellas
apagan los faroles en huelga de hambre por la mugre,
renuncian a sus danzas, a la seducción,
al apareamiento con otras luciérnagas del abismo.

Las ballenas, ignorantes, se atragantan
por bolsas disfrazadas de medusas,
con peines de caucho se acicalan los peces
y se visten por dentro con esquirlas de plástico.

A la orilla llegan las olas henchidas de latas de atún,
preservativos usados y redes de pescadores.
La urdimbre espesa asesina a las tortugas
que lanzan gritos silenciosos a los cielos.

Se han quedado mudas las sinuosas sirenas,
atragantadas por naranjas que flotan a la deriva,
su melopea apesadumbrada y pertinaz
no demorará a Ulises ni a sus marineros.

Los niños se remojan entre espumas químicas,
y arcoiris oleosos de deshechos y basuras.
En su trono, Neptuno derrama lágrimas ácidas
queriendo abdicar de su reinado.

Rubén Mettini