PEDRO MARTÍNEZ
Mi abuelo, por la calle del Obispo
-su eterna galería iluminada-,
a los parques del mar fue de camisa
de olán, la cabellera fina y blanca.
Pescador ni remero, viento o nube,
nadie sabe por qué sus ojos grises
vagan como gaviotas por el Puerto
si es que está muerto, para siempre triste.
Royendo está su casa con balcones
la dentadura fría de los nortes;
su cuerpo es devorado por el agua.
Pedro Martínez, ¿qué razón tuviste
para morir domingo junto al mar
en un sillón de mimbre de La Habana?
Mi abuelo materno, Pedro Martínez Martínez, nació en Tenerife y murió en La Habana. Era un niño de 7 años cuando emigró a Cuba con sus padres. Y no salió nunca de aquella isla.
Facebook: Manuel Díaz Martínez
Un bello soneto que hace justo homenaje al abuelo de este gran poeta que Manuel Díaz Martínez. Felicitaciones.
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