TE RECOMENDAMOS… ‘Mientras maduran las naranjas’ de Cecilia Domínguez

‘Mientras maduran las naranjas’ de Cecilia Domínguez

Una reseña de Maruja Salgado

Cecilia Domínguez nació en La Orotava, Tenerife, en 1948. Estudió Magisterio y Filología Hispánica. Su numerosa obra, compuesta por poesía, novela y cuento, ha sido traducida a varios idiomas. Además de libros, ha publicado en revistas de Canarias y de la península. Ha pertenecido al comité de redacción de varias revistas literarias y participa como ponente en congresos sobre literatura, tanto nacionales, como internacionales.

Pertenece, desde el año 2011 a la Academia Canaria de la Lengua, y desde 2013 es miembro del Instituto de Estudios Canarios. Además, cuenta con los siguientes reconocimientos: Primer premio de poesía Matías Real. Primer premio de poesía Pedro García Cabrera. Primer premio de poesía Emilio Algaba Guimerá. Es Premio Canarias de Literatura 2015.

En cuanto a su obra poética, citaré “La ciudad y el deseo” de 2008 y “Cuaderno del orate” de 2014. En narrativa tiene varias publicaciones clasificadas bajo el epígrafe infantil-juvenil, como: “Entre tejados”, “Días de abril” y “Mientras maduran las naranjas”. Entre sus últimas publicaciones están: “La luna en el agua” de 2016 y “Las terribles historias” 2021.

Cecilia Domínguez toma el título del libro que nos ocupa “Mientras maduran las naranjas”, de los siguientes versos del gran poeta gomero de principios del siglo XX, Pedro García Cabrera:

“¡Oh! Los mares sin islas, las huellas de tus manos en el aire de mis cabellos,

Ya sin ti, al pie de los días crucificados, mientras maduran las naranjas.” De Entre la guerra y tú.

Es esta una novela de 140 páginas cuyo tema central es la guerra de España. Tal vez el sentido que le podemos encontrar es la resiliencia de sus personajes, una familia republicana que se ve sometida a los actos arbitrarios y crueles de los nacionales sin defensa posible.

Como digo más arriba, se encuadra en la novela infantil-juvenil. Tal vez el tono juvenil se deba a que la protagonista es una niña, luego adolescente, que vive los episodios sin comprender qué está pasando y es una hermana algo mayor quien trata de aclararle su desconcierto, como buenamente puede. Por ese motivo, está escrita de forma sencilla, sin tocar demasiado el aspecto político, pero sin caer en lo infantiloide.

Sara, la protagonista, narra en primera persona. Aunque la novela, teniendo en cuenta la edad de la autora, no puede ser autobiográfica, sí parece basada en hechos reales ocurridos en su familia; ya que en la dedicatoria, aparte de nombrar a otros miembros, dice: “A mi tía Mari Luz, que me lo contó sin ira…”

Creo que siempre será poco lo que se cuente a los y las jóvenes sobre la guerra y la posterior dictadura, este es un buen libro para ello. No obstante, no es solo para adolescentes. Las generaciones que han vivido toda o casi toda su existencia en democracia, también es bueno que lean historias como esta.

Maruja Salgado

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