TE RECOMENDAMOS…Desnuda junto al mar, de Beatriz Giovanna Ramírez

Desnuda junto al mar de Beatriz Giovanna Ramírez

Una reseña de Rosario Valcárcel

La niña ordena por afectos

sus recuerdos.

Beatriz Giovanna Ramírez

En un mundo que padecemos terrorismo, injusticia, pobreza, bombas atómicas, volcanes en erupción, el cáncer, y un sinfín de virus y enfermedades nuevas que nos atacan cada día, parece que esto de crear poesía es algo casi enternecedor.

Sí, porque a pesar de los pesares las mujeres no sé si será por avivar el fuego, pero incluso en tiempos pasados nos hemos olvidado que el erotismo y el pecado se confundían, nos hemos sentido revolucionarias y nos ha gustado escribir sobre aquello que estaba prohibido hablar. Nos ha gustado escribir del amor pasional, de un recuerdo o de los orgasmos soñados o vividos, aquello de lo que hablaba Proust la reflexión sobre el recuerdo como manera de recuperar –el tiempo perdido.

Así grandes escritoras, como Anais Nin Alfonsina Storni, Silvana Ocampo o Almudena Grandes entre otras, han perturbado las ensoñaciones de muchos para acentuar el hálito transformador de su creatividad y han tocado con acierto el registro erótico.

Pero, hoy de quien quiero escribir es de un hallazgo, de una joven poeta nacida en el centro de Colombia, en Bogotá y gracias a este nuevo invento que es Internet y a un amigo poeta también Antonio Arroyo, la he descubierto, se llama Beatriz Giovanna Ramírez y me ha enviado su último poemario con tintes eróticos “Desnuda junto al mar”

Un poemario donde se descubre a si misma a través de la pasión amorosa, donde abundan los poemas de temas íntimos, donde vuela a ras de piel lo amoroso, tal es el caso del primer poema que abre este libro titulado” El mar de tu nombre” Y se adentra en la luz azul como vacío, como simbolismo vital, como un imaginario para junto a su amado enredarse en su piel, fundirse en los sonidos en espiral. Revelarle sus sentimientos.

Pronuncio tu nombre y se emocionan las olas.

En tus ojos, brillan las esmeraldas de Simbad,

arden todos los mares y los barcos,

vuelan en La isla del tesoro las doradas águilas.

En tus ojos, dulce hombre de mis días,

lagos como espejos…

Porque el encuentro entre los cuerpos es para la poeta algo inocente, casi infantil, casi un rubor, y para ello utiliza una rememoración lírica, una poesía que busca más allá del sexo, imprimiéndole un carácter lúdico, una forma estética para producir un determinado efecto al esencial erótico. Pasea el desbordamiento de la memoria, lo desgrana, se adentra en su mundo, revolotea en los cuentos de la niñez y con los personajes elabora la gestualidad. Le otorga al poema una profundidad sonora.

En tus ojos recreo mi ilusión. Encaje 

de mis huesos, nárrame un cuento con las zetas,

que quiero escuchar tu voz en mi oído;

Scheherezade te escuchará tan atenta

que de amor dormirá en nuestro 

nido. Esta noche el fuego recorre nuestras venas.

Esta noche será la de los cuentos prometidos…

Aporta también una poesía enamorada y una poesía de deseos, una poesía de recuerdos en donde convive la tradición popular de los cuentos y la cotidiana, donde sin que nos demos cuenta margullamos en el mar que se oscurece, en la fiesta sagrada, y sentimos su sonoridad tan cercana que parece que podemos tocarla, que flota, en ese lugar donde emergen los placeres del deseo.

Si digo orgasmo ¿tendré uno?

Hay un cielo lleno de estrellas

y una estrella que titila de emoción

en el centro, justo en el centro…

Giovanna sabe hilvanar con una voz espontánea y fantasiosa los temas del amor y los deseos con una sensualidad cándida. Sabe englobarlos en la naturaleza, en las pasiones que cimientan nuestra vida, con una emoción tal que hace que la poesía sea creíble.

Por eso invito al lector a leer “Desnuda junto al mar” a bañarnos todos con el aire suave y tibio del verdadero misterio de las pasiones, de la confesión que asalta sus escondites más secretos en un sin fin de imágenes y ritmos lúdicos. A descubrir a una nueva poeta: Beatriz Giovanna.

A bañarnos en las formas liberadoras de un sueño que no acaba en el despertar.

Rosario Valcárcel

Blog-rosariovalcarcel.blogspot.com

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