SI ME DUERMO Amor, si me duermo a causa del latigazo inesperado entre cepas y virus y nuevas cepas indícame los peldaños hasta la cama digo cama, porque duele menos que decir cajón levanta los sueños que dejé debajo de las sábanas esperándome por la mañana cuando brotó tan imprevisto el amanecer. Si me duermo amor bebe mi café tan frío como esta fatiga diles a las estrellas bajo el limonero que no me esperen esta noche que nos encontremos allá donde suelo ir a buscarlas. Amada mía si me duermo no intentes que vuelva después de todo sólo es el comienzo del viaje hasta que te duermas igual que yo. EXCITACIÓN Hicimos el amor completamente desnudos hasta nuestras mascarillas se excitaron. Los fluidos abrazados al amonio persiguiéndose entre las sábanas y nuestras vacunas unidas en el mismo río de placer mientras anochecía libertad celebraron. Desbarrancamos nuestras siluetas con instinto y domesticado peligro agregamos lágrimas al despertar hasta consumirnos en ecos de pandemia dejamos que las flores nos mordieran con la arrogancia del polen en la plenitud del instante. Sin temor a la muerte nos amamos intentamos fugarnos pero no nos quedaba piel los escuadrones lanzaron cuentas regresivas una para cada mausoleo nos consumió la valentía que también llegó desnuda a la fiesta. SE APAGÓ ZOOM Se apagó una bocanada de mudez se desprende desde los parlantes tu voz discurre entre el teclado hacia el disco duro. Oscurece la pantalla, mi corazón entra en pausa sólo se escucha el crepitar de una estufa un perro del vecindario un rodar hondo y vació explora mis tímpanos tu voz se desdibuja en el link de una sesión que dejó de existir. Sin energía cierro la resonancia dulce de tus promesas como un eco enfermo se mueve mi instinto por la casa arrastrándome y arrastrando lo que queda de ti en la extensión dolorosa de tu silencio. Zoom se apaga ANHELOS Mañana no habrá pandemia no habrá temores colgando de la conciencia a cada respirar. No caerán pesados ladrillos hasta mi cara desencajada cuando miro el noticiero donde habla la muerte de sus hazañas. Mañana no habrá estará de vacaciones quizá durmiendo siesta con un ronquido suficiente de pasajera tranquilidad y mantener viva la duda entre las sombras del miedo. Mañana le pondremos estado de sitio encerrarla y que sepa qué se siente cortar el engendro quemarle los remos con los que cruza fronteras y alarga sus hilos fatales. EN SILENCIO A la niña le avisaron que se fue al cielo que su mamita ahora está con los ángeles que no llore porque está con Diosito y que desde el cielo la cuidará toda la vida. La niña no entiende por qué no la puede ver ¿y la misa y el velorio y el funeral? la niña está llorando por su madre odia al virus y a la ambulancia que se la llevó al hospital porque nunca la dejaron entrar a despedirse y llora lágrimas llenas de preguntas. La niña llora en el vacío absoluto de no entender por qué al hospital no puede entrar por qué le dicen que ahora está mejor si no hay lugar mejor que la casa estar juntas y apretaditas acostadas disputándose el control remoto y saltar descalza corriendo hasta la otra cama. La niña llora su amargura y no entiende nada más. DISTANCIAS Una sombra invisible contradicción de la pandemia y tu cuerpo desnudo cayendo a mi cuerpo la explosión de un ocaso a dos pétalos se diluyen en lo imposible adherido a esta mascarilla. Se prohíbe verte tocar el anochecer amarrado a tus labios beber los ríos y sus desbordes descongelar los latidos como si fueran agua desprender del deseo la mutua oscilación dejar afuera el fuego incluso nuestras lenguas, se prohíbe por decreto. Fantasmagórica danza de camas clínicas intimidándonos con esa ventilación mecánica que desflorecen la excitación. No tengo salvoconducto a tus placeres no tienes libertad de llegar a mi puerta y consumir en un torbellino sediento tanta ansiedad petrificada. Las pantallas no tienen tu sabor ni mis tímpanos la alquimia del soplo cuando haces el susurro. Seguirán chocando nuestras hormonas con los casos activos con los contagios y la terapia como choca la flor en la escarcha mirando a lo lejos el sol. (Poemas pertenecientes al libro próximo a publicar COVID EN CHILE, POEMAS LITERALES)
Claudio Ernesto (cend2009@gmail.com) Santiago de Chile en 1963. En el ámbito de la poesía ha publicado: “El Título queda Pendiente” (PdE 2020) y participado en las antologías “Voces a la noche” (Lom 2017) “Debut” (Santiago Inédito 2018) y “Tiempo Fragmentado (OS Color Ltda.2021) “Doce miradas tras el cristal” (La Trastienda, 2022) En el ámbito narrativo ha participado en tres antologías de cuentos en los años 2015, 2016 y 2020.