FOTO-RELATO Poemas

SI ME DUERMO

Amor, si me duermo
a causa del latigazo inesperado
entre cepas y virus y nuevas cepas
indícame los peldaños hasta la cama
digo cama, porque duele menos que decir cajón
levanta los sueños que dejé debajo de las sábanas
esperándome por la mañana
cuando brotó tan imprevisto el amanecer.

Si me duermo 
amor
bebe mi café 
tan frío como esta fatiga
diles a las estrellas bajo el limonero
que no me esperen esta noche
que nos encontremos allá
donde suelo ir a buscarlas.

Amada mía 
si me duermo
no intentes que vuelva
después de todo
sólo es el comienzo del viaje 
hasta que te duermas 
igual que yo.


EXCITACIÓN

Hicimos el amor completamente desnudos
hasta nuestras mascarillas se excitaron.
Los fluidos abrazados al amonio
persiguiéndose entre las sábanas
y nuestras vacunas unidas
en el mismo río de placer
mientras anochecía libertad
celebraron.

Desbarrancamos nuestras siluetas
con instinto y domesticado peligro
agregamos lágrimas al despertar
hasta consumirnos en ecos de pandemia
dejamos que las flores nos mordieran
con la arrogancia del polen
en la plenitud del instante.

Sin temor a la muerte nos amamos
intentamos fugarnos 
pero no nos quedaba piel
los escuadrones lanzaron 
cuentas regresivas
una para cada mausoleo 
nos consumió la valentía  
que también llegó desnuda a la fiesta.


SE APAGÓ ZOOM

Se apagó
una bocanada de mudez se desprende desde los parlantes
tu voz discurre entre el teclado hacia el disco duro.

Oscurece la pantalla, mi corazón entra en pausa
sólo se escucha el crepitar de una estufa
un perro del vecindario
un rodar hondo y vació explora mis tímpanos
tu voz se desdibuja en el link de una sesión que dejó de existir. 

Sin energía cierro la resonancia dulce de tus promesas
como un eco enfermo se mueve mi instinto por la casa
arrastrándome y arrastrando lo que queda de ti
en la extensión dolorosa de tu silencio.
Zoom se apaga

ANHELOS

Mañana no habrá pandemia 
no habrá temores
colgando de la conciencia
a cada respirar.

No caerán pesados ladrillos 
hasta mi cara desencajada
cuando miro el noticiero
donde habla la muerte
de sus hazañas. 

Mañana no habrá 
estará de vacaciones 
quizá durmiendo siesta
con un ronquido suficiente 
de pasajera tranquilidad
y mantener viva la duda
entre las sombras del miedo. 

Mañana le pondremos estado de sitio
encerrarla y que sepa qué se siente
cortar el engendro 
quemarle los remos
con los que cruza fronteras 
y alarga sus hilos fatales.

EN SILENCIO

A la niña le avisaron que se fue al cielo
que su mamita ahora está con los ángeles
que no llore porque está con Diosito
y que desde el cielo la cuidará toda la vida.

La niña no entiende por qué no la puede ver
¿y la misa y el velorio y el funeral?
la niña está llorando por su madre
odia al virus y a la ambulancia 
que se la llevó al hospital 
porque nunca la dejaron entrar a despedirse
y llora lágrimas llenas de preguntas.

La niña llora en el vacío absoluto de no entender 
por qué al hospital no puede entrar
por qué le dicen que ahora está mejor
si no hay lugar mejor que la casa
estar juntas y apretaditas acostadas
disputándose el control remoto
y saltar descalza corriendo hasta la otra cama.   

La niña llora su amargura y no entiende nada más.


DISTANCIAS

Una sombra invisible
contradicción 
de la pandemia
y tu cuerpo desnudo 
cayendo a mi cuerpo
la explosión de un ocaso
a dos pétalos
se diluyen en lo imposible
adherido a esta mascarilla.

Se prohíbe verte
tocar el anochecer 
amarrado a tus labios
beber los ríos
y sus desbordes
descongelar los latidos
como si fueran agua
desprender del deseo
la mutua oscilación
dejar afuera el fuego 
incluso nuestras lenguas,
se prohíbe por decreto.

Fantasmagórica danza
de camas clínicas 
intimidándonos 
con esa ventilación mecánica
que desflorecen la excitación.

No tengo salvoconducto 
a tus placeres
no tienes libertad
de llegar a mi puerta
y consumir 
en un torbellino sediento
tanta ansiedad petrificada.

Las pantallas no tienen tu sabor
ni mis tímpanos la alquimia del soplo 
cuando haces el susurro.

Seguirán chocando
nuestras hormonas 
con los casos activos 
con los contagios
y la terapia 
como choca la flor en la escarcha
mirando a lo lejos el sol. 

(Poemas pertenecientes al libro próximo a publicar COVID EN CHILE, POEMAS LITERALES)

Claudio Ernesto (cend2009@gmail.com) Santiago de Chile en 1963. En el ámbito de la poesía ha publicado: “El Título queda Pendiente” (PdE 2020) y participado en las antologías “Voces a la noche” (Lom 2017) “Debut” (Santiago Inédito 2018) y “Tiempo Fragmentado (OS Color Ltda.2021) “Doce miradas tras el cristal” (La Trastienda, 2022) En el ámbito narrativo ha participado en tres antologías de cuentos en los años 2015, 2016 y 2020.

Deja un comentario