Brotes
El árbol estaba cercado por la ciudad. Se preguntaba por el sentido de su vida, por el futuro de sus raíces asfixiadas en el asfalto. “No standing anytime”, le gritan desde la calle los ruidos del ajetreo. Hasta le han puesto un semáforo por si decide marcharse en busca de unos metros cuadrados de tierra prometida. Hace dos inviernos intentó escapar por su brote apical, compitiendo con los troncos de cemento vecinos. Pero se cansó de rascar el cielo. Este comienzo de primavera aporta savia nueva en inocentes brotes asfixiados por la sangrienta espera.
Facebook: Eva Cubas
Cortito y muy bueno. Me gustó. Eva, aquí en Londres, a veces se enferman los arboles, sí, desgraciadamente. Se dice que los árboles sienten. Me gustó mucho tu relato. Sigue escribiendo, para adelante con tu sabia escritora.
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Eva, linda pluma.
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