De risas No me hacen falta canas para amarte Ni saber con quién te acuestas donde estás Es fácil aceptarlo, todo a risas, Dejando atrás el rictus de los celos, del miedo, de la insatisfacción Eres así, puedo estudiarte Acudo a mis queridos a Cioran y Foucault Y sé que estamos condenados y te acepto Es fácil amarte y no hacerme la tonta y ser sabia Somos instantes, ¿por qué no dedicarte algunos? Quiero la eternidad sólo en el polvo
Ángela Molina
Un poema precioso. La cita de Cioran, un filósofo que adoro, me trajo el recuerdo de la anécdota de Ernesto Sabato cuando fue a visitarlo. Esa filosofía tan escéptica, tan cínica y ligada a la muerte, la escribía un hombre encantador, muy preocupado por si Sabato sabría llegar a su casa. Enhorabuena, Angela.
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