El contenido del capacho

Un viejo salitrero iba errante por la pampa del tamarugal. Dos niños jugando a correr el aro lo vieron pasar, libre de la esclavitud del mundo y encargado, muy encargado de sus preocupaciones. Uno de ellos se burló de él mientras que el otro sintió compasión. El anciano se detuvo, sacó de su capacho una perla marina valiosísima, recogida de la costa del desierto de atacama y se la dio a su burlador. Al niño compasivo le obsequió una cebolla. Soberbio, se burló de su amigo menospreciando su regalo. La vida pasó igual que las dunas fugitivas…Llegó la vejez y volvieron a encontrarse los dos amigos; el dueño del fruto habiendo plantado en la tierra, tenía campos de riqueza productiva, y el otro, sólo vivía admirando su bella perla, sumido en la pobreza.

Domingo Latrille (Chile)