También en la guerra
Aunque suenen los morteros y los niños
caigan con un hueco en el pecho
en algún rincón, un par de seres están amándose
Y aun cuando sea a través de las rejas,
una madre amamanta a su hijo
La alegría no pierde esa obsesión, de aparecer
entre los nichos blancos
de las celdas
Aun aunque haya guerra, las mujeres
besan a sus hombres, los abrazan
calladas en en el lecho
También en la guerra nacen niños
y sus madres los arrullan
tarareando una canción de madrugada
Surgen historias, los adolescentes
se dan el primer beso y en sus pechos
pende un escudo de cartón: Libertadores
Los abuelos despiden a sus nietos
con el aroma del maíz que se enciende
Hacen cuentas
También en la guerra se recuerda y se va
al cementerio y se lee y los niños aprenden y juegan
Ese obstinado afán que es el amor.
Un hermoso poema que nos hace confiar en el sentimiento humano a pesar de las guerras. Mi enhorabuena.
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¡Me recordaste a Miguel Hernández, fíjate!¡¡¡Bellísimo!!! ¡¡Un abrazote!!
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