De ‘escribo para no morir’
si la realidad, espejo implacable de uno mismo
sería capaz de devolver una imagen de agua, sin la nebulosa del viento y las nubes /
sin la luz incandescente del disco dorado que ilumina y a la vez mata / si las nubes claras u oscuras de ese cielo de verano al borde de la tormenta fueran pasajeras / si se dejaran arrastrar dóciles por el paso de las horas, y de repente el disco fuese de hielo, elevado al infinito con esquirlas de alguna explosión milenaria.
si todo eso pasara y la noche se volviera tan profunda que solo dejara ver la misma oscuridad, sin interrupciones ni colores.
traería
mi ojos cansados de tanto prestar atención
mis labios furiosos de derrochar buenas palabras
mi boca sin sonrisa alguna -ni forzada ni cierta- ,
también mis manos, tranquilas y resecas, y mi nariz siempre perfecta.
si el colchón transparente descansara del viento
quizá los ojos, las nubes, la boca, el disco de oro y el de hielo, las manos y el cielo, la nariz y el infinito / se encontrarían en un solo cuerpo.
sí / capaz sería.
Córdoba, Argentina
👌👌
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Gracias Pippo, dime qué te sugiere. Abrazo
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Hay una gran poesía en esta «prosa». Utiliza el recurso llamado diseminación y recolección que fue muy utilizado en la poesía durante el Siglo de Oro español. Me desconcierta un poco la distribución porque no configura ni un poema, ni se articula como una clara prosa. Enhorabuena a la autora.
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Gracias Rubén por tu apreciación! Me ayuda mucho saber qué provoca en los lectores, recién comienzo a escribir intuitivamente. Abrazo.
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El corazón humano es reflejo de lo que somos, reflejo de lo que los otros ven de sí mismos en nosotros y reflejo de Aquel que ha dejado su imagen en él.
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