TE RECOMENDAMOS…Cuentos mínimos, de Manuel Almeida

Cuentos mínimos, de Manuel Almeida

CUENTOS MINIMOS MANUEL ALMEIDA

Una reseña de Inma Flores

Cuando Manuel M Almeida presentó su novela «Evanescencia», de Mercurio Editorial, tuvo el detalle de regalarnos a los allí presentes, un pequeño libro titulado «Cuentos mínimos» que desde un comienzo me enganchó, pues de camino a casa comencé su lectura.

Se trata de una serie de 49 microrelatos, deliciosamente enlazados y en los que trata sobre diversos temas, desde el amor hasta la soledad, pasando por las frustraciones o neurosis de quien siempre obtiene “calabazas” o incluso las traiciones o la desnudez que pasa desapercibida para el resto de la gente.

En este libro, ideal para llevar en el bolso, sin que apenas nos percatemos por un exceso de volumen físico, aunque su interior está desbordante de historias donde nos podemos ver reflejados, como A vida o muerte, donde el viejo profesor Santos explicaba a sus alumnos que la verdadera frontera entre la juventud y la ancianidad se situaba en el tránsito desde la cuestión fundamental ¿Cómo será mi vida? a la no menos cardinal ¿Cómo será mi muerte? ¿Quién no se ha preguntado algo así alguna vez, cómo será su vida futura y cómo finalizará?

También podemos ver instantes de nuestra vida reflejados en algunos de sus relatos, como en «Hasta siempre» donde los protagonistas se dijeron adiós entre lágrimas, conscientes de la fugacidad del instante, esa fugacidad de la vida y de la importancia de vivir el instante.

Las etiquetas que nos ponen y nos ponemos a nosotros mismos también están reflejadas en este libro, donde en medio de un micro-relato escribe unos versos, concluyendo que ante los miedos hay que plantarse, como el personaje que un día probó a escribir sin más …¡Y le supo!

Para Manuel, cualquier instante vivido, cualquier lectura, cualquier fábula… puede ser fuente de inspiración y en uno de sus 49 relatos, concretamente el 25, hace un guiño a las fábulas de Esopo, pero esta vez no viene el lobo, sino el bobo que llega sin que nadie pudiese improvisar un esbozo de queja, el bobo ya estaba allí, imponiendo leyes, cobrando impuestos y tramando guerras, o en otras historias como la de «La serpiente y el búho».

Sí, en muchas de estas pequeñas historias hay una crítica a la realidad que estamos construyendo a través del mundo virtual, como en «La hoguera de las soledades», donde el protagonista es encontrado tres meses después de su muerte en actitud de WhatsApp, tendido en el sofá, con un portátil sobre el abdomen y un móvil en cada mano, que también nos llega a través de «Te lo imaginas» donde su protagonista, siempre solo, teme perder algún amigo virtual, y de «Calle de los Laureles (Esquina Perera)» donde la protagonista deja volar su imaginación tras recibir varios wasaps, y una vez que decide hacerles caso se lleva una gran sorpresa, que mejor no desvelar, pero que podría ocurrirnos a cualquiera de nosotros.

Continúa con su crítica a la sociedad en «Tú nunca lo harías», donde son las mascotas las que abandonan a sus dueños en carreteras, montes y estanques, o «El poeta loco» donde se burla de todos esos seguidores de personas a las que creen más cultas e importantes y a veces la realidad no tiene nada que ver con las expectativas creadas.

Bueno, no voy a seguir destripando las historias aquí contadas, en estos «Cuentos mínimos» y les animo a disfrutar de ellos, ya sea a primera hora de la mañana, antes de dormir o en cualquier instante del día donde deseen disfrutar de buena literatura, escueta, y que les hará dar muchas vueltas a la imaginación, e incluso compararse con algunos de los personajes.

Inma Flores 

 

 

3 comentarios

  1. Aunque resulte algo «spoiler», la reseña de Inma Flores despierta el interés en este libro de microrrelatos. No he leído nada de Manuel Almeida, pero lo tengo pendiente de lectura (y quizás de reseña). Gracias, Inma.

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