TE RECOMENDAMOS…El hombre duplicado, de José Saramago

El Hombre Duplicado, de Josè Saramago

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Una reseña de Marlenis Castellanos

2002 . Editorial Alfaguara, 408 págs.

Saramago me pone en un aprieto cada vez que leo alguno de sus libros. Sus obras, para mi, implican cierta dosis de concentración adicional, más allá del placer de leer. Tengo la impresión de que detrás de cada historia, hay una metáfora que supera la ficción y que me  conduce, sin darme cuenta, a laberintos que me hacen dudar de mis acciones y  decisiones.

El Hombre Duplicado  es una historia que al comienzo me atrapó solo por el extrañísimo nombre del personaje: Tertuliano.  Con ese pequeño detalle, ya sentí cierta compasión de individuo y le quise acompañar en su pesadumbre por haber crecido con ese nombre. Ya no quieres dejarle solo, nadie puede ir en la vida cargando con esa responsabilidad en total abandono. En esa red me mantuvo Saramago hasta que el personaje, Tertuliano Máximo Afonso, se entera por mera casualidad que tiene un doble en la misma ciudad. Con una vida organizada como profesor de historia, a sus 38 años descubre que tiene un clon, que no es único, que hay otro igual a él… Pero, ¿què tan igual?

Esa pregunta me mantuvo en linea con la novela hasta el final. Yo también quería saber cómo era el duplicado del aburrido Tertuliano Máximo Afonso. ¿Eran gemelos separados al nacer? El otro yo ¿era un replicante como en las películas de ciencia ficción?  Ciertamente el personaje principal no es un dechado de alegría y de vitalidad, pero está claramente definido al comienzo de las 400 páginas. ¿Cómo me sentiría si descubro que hay otra persona exactamente igual a mi? ¿pensaremos igual? ¿tendremos las mismas sensaciones? Si yo soy yo por lo que he sido -así como Tertuliano es como es a sus 38 años- ¿me gustaría conocer a mi duplicado?

Cada pregunta se la hace el personaje y se va enredando en su madeja de dudas, mientras Saramago me deja la espinita clavada en el dedo ¿Qué nos define como personas únicas? ¿Acaso lo somos?

Tertulaino se encuentra con su duplicado,un actor de cine que al parecer tiene una vida más lujosa y apasionante. Me pongo en los zapatos del profesor de Historia: si me encuentro con mi otro yo ¿cambiaría mi vida o quisiera vivir lo que la otra persona ha vivido? Saramago va respondiendo y abriendo más interrogantes (“Era como si, por aparecer diferente,se hubiera vuelto más él mismo”. pàg 210)

El final no es como los muchos que me lo imaginé. Me dejó con un cierto sabor tristón. Como la vida de Tertuliano. Y ya no quise seguir preguntando nada. ¿para qué? Saramago me dejó en suspenso con  una frase a mitad del libro: “No sabemos todo lo que nos espera más allá de cada acción nuestra”. Pàg. 269)

Facebook: Marlenis Castellanos

3 comentarios

  1. A mí también me inquieta la idea de que haya un doble mío en alguna ciudad, en algún país del mundo. Aunque el parecido fuera sólo físico y pensáramos de forma diferente. Me parece una crítica literaria muy acertada, que nos acerca a la novela y nos despierta el deseo de leerla. Enhorabuena a la autora.

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